jueves, 2 de julio de 2009

Vos.

Entrada número 20, qué cosa eh, pensar que cuando cree este blog, escribía todos los días, estaba MÁS que fascinada, pero ahora ya no. Tal vez es la monotonía la que me aburre, la rutina, soy de cansarme rápido. Será que al no cambiar de opinión, siempre escribo de lo mismo, pero ya no tengo ganas.
Hoy no, hoy va a ser distinto, porque veo las cosas de distinta forma, o eso estoy empezando a creer. ¿Mejora todo? No necesariamente, casi. Está todo como más claro, no mejor precisamente, pero claro al fin. Me di cuenta de que dependo de vos para subsistir, si, de vos que lo estás leyendo y no lo podés creer. Me pasa de estar haciendo algo y sentir que te necesito, esa "increíble pero inexplicable necesidad de vos". Impulsos, mi vida se maneja con impulsos, que no son exactamente convenientes, pero con vos no puedo, no me puedo guiar por mis condenados impulsos, no puedo dejarme llevar y por eso (y me estoy citando), no puedo "dejarlo ser". Estoy atrapada dentro de las cuatro paredes de mi cabeza, que no me dejan seguir adelante, dejar atrás esa parte que no me conviene, la parte que se aferra a vos de forma equivocada. Masoquista tal vez, eso parece. Pero no, ojalá fuera eso, OJALÁ, es mucho peor, es amor. Soy una mejor persona gracias a vos, maldito, porque si no hubieras hecho eso conmigo, no me importaría nada ni nadie, pero no, tenías que aparecer y cambiar mi forma de pensar. Dejé de sertirme algo que no era, me volví insegura, paciente, PACIENTE, ¿vos entendés lo que es eso? Imposible. Sos imposible, en muchos sentidos. Pero sos lo que quiero, sos vos lo que espero y por lo que desespero y por culpa de esa decisión, errada o no, eso no importa, hace que no encuentre a nadie más. Porque no hay otro, ni se acercan y yo estoy demasiado segura de lo que quiero, lo que busco. Vuelve una especie de seguridad, o eso parece, pero no de la seguridad que necesito. No se necesitan explicaciones, está todo más que claro, como dije antes. Por fin todo en su lugar, aunque no en el que desearía. Pero me enamoré y no hay vuelta atrás. Me reuso a seguir tratando de mover estas montañas, porque siempre va a haber otra y no voy a poder seguir moviendolas, seguir luchando contra lo imposible. No voy a seguir tratando de olvidarme o de que algo pase, pero como dice mi libro favorito, ya no tengo la fuerza suficiente para mantenerme alejada de vos.

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