lunes, 7 de febrero de 2011
Vacaciones 2011: Día 13
Se acercaba el final de la estadía en Mar de las Pampas. De a poco, se empezaban a ir uno por uno de vuelta cada uno a sus casas. Y hoy era el turno de Miri. La segunda en volverse, considerando que el primero había sido Tomi. Fuimos a la playa durante un rato y un poquito después de las 5 de la tarde partimos, Maru, Miri, Vale, Agus, Nando, Matute y yo hacia la terminal, para despedir a la que debía retornar a su casa. Y así llegamos, ahogados por el desodorante para autos que tiraba Nando cada 45 segundos. El micro ya estaba esperando, entregaron las valijas, abrazos, besos y despedida. Miri en el PRIMER asiento del micro, bien pegadita al vidrio con una acompañante que desde abajo se notaba lo agreta que era. Risas por ver su cara cuando descubrió que su asiento era el primero, y así la despedimos y partió. Cenamos como todas las noches, un asado multitudinario y después nos pusimos, cuales esclavas, a preparar los daikiris para todos los adultos que había en la cabaña. Terminado esto fuimos al centro a comprar unos lápices, colitas, como recuerdos de las vacaciones. A modo de ritual de despedida de Mar de las Pampas, fuimos a tomar el sagrado café a la sagrada cafetería de todos los años: La Pinocha. Harta de tomar café me pedí un licuado. Reímos, charlamos y nos fuimos a despedir del lugar de siempre, del consultorio psicológico, de la oficina, de los juegos para niños. Pateando volvimos, subí las fotos y a dormir, para al día siguiente vaciar la cabaña.
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