lunes, 7 de febrero de 2011
Vacaciones 4011: Día 14
A las 10 nos despertaron, había que terminar de guardar todo para salir de la cabaña, era el verdadero último día para todos los de la casa, menos para Maru y para mi. Juntamos, guardamos, nos vestimos, todo a cara de perro por el obvio malhumor causado por el sueño. Pancho empezó con que no encontraba las ojotas, fue a preguntar a recepción, se fue a fijar a la pileta, y por supuesto, no las encontró. Así que, a modo de favor nos fuimos, Vale, Pancho, Maru y yo a comprar unas ojotas para el chico enemigo de las zapatillas. Nos fuimos a La Caracola a encontrarnos con todos los que ya habían abandonado la cabaña en la que habíamos vivido 14 días, esperamos que los habitantes de La Caracola volvieran y almorzamos. Vale se tenía que tomar un micro así que nos dirigimos Vale, Agus, Maru y yo a tomar el 504. Llegamos a Gesell y fuimos a jugar a los jueguitos, pero se nos hizo tarde... Literalmente corrimos hasta que encontramos la parada del taxi, tomamos uno y en tiempo record llegamos a la terminal. Vale se subió y el micro se fue, la estaba esperando a ella. Me encontré con un viejo amigo, Juan Cruz, que estaba esperando un micro y me quedé charlando un rato con él en la terminal. Gasty nos pasó a buscar y nos fuimos caminando hasta la 110 a comer unos churros de El Topo. 30 cuadras nos separaban, pero llegamos. ¡Y la caminata valió la pena! Churros, Cindor y volvimos. 504 hasta la terminal y 504 hasta Mar de las Pampas. Destruidas caímos cuando llegamos a La Caracola y sólo nos despertamos para comer. Una acalorada discusión con Nando ocurrió cuando terminó la cena, pero de eso, mejor olvidarme. Leímos y a dormir. El único día en todas las vacaciones que a las 11 estábamos listas para dormir.
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