viernes, 21 de agosto de 2009
Me quema (Cuarta Parte).
Me encuentro corriendo sin parar pero sin poder avanzar. Tratando de alcanzar a las voces que no paran de gritar, ahora todas juntas, me ruegan que salga y eso hace que tenga más fuerzas para luchar y tratar de llegar a ellas. No puedo escucharlas, ¿se fueron? Me lleno de dudas y las lágrimas vuelven a surgir, no puedo seguir luchando contra lo imposible, no puedo salir. "¿GUILLE? ¿ME ESCUCHÁS?" me grita la voz más grave pero la que grita más fuerte, puedo escuchar que sigue llorando pero que espera que le conteste. "¡SI, TE ESCUCHO! ¿QUIÉN SOS?" logro contestar. Logro percibir que se contentan afuera, por escuchar mi temblorosa voz. "¡SOY SOFI! GUILLE, TENÉS QUE SALIR AHORA." No puedo creer que no la pude reconocer, que tranquilizante saber que ella está afuera. Vuelvo a correr y ahora puedo avanzar pero me falta muchísimo, todavía están muy distantes. Corro, corro y me doy cuenta que de nuevo no estoy avanzando. Me caigo al piso, estoy cansada. Otra de las voces, más aguda que la anterior pero menos desesperada (como si controlara la situación) me grita: "NEGRA, ¡SALÍ QUE ESTAMOS ACÁ POR VOS!" Esa voz es conocida, pero ¿quién es? Me quedo pensando mientras corro de nuevo, esta vez avanzando, ¡Es Pau! Pude reconocerla, supongo que cuando escuche a la otra voy a poder saber quién es. Sigo corriendo pero a los pocos metros dejo de avanzar, esto me está hartando, no quiero seguir, estoy cansada. Empiezo a tambalearme por el cansacio, y entonces escucho a la tercera voz, la más aguda y también la más desesperada de las tres, "GUILLE, SOY YANI, ¿ME ESCUCHÁS? SALÍ DE AHÍ POR FAVOR, ESTAMOS ACÁ ESPERANDOTE." ¿Yani también está acá? Tengo que salir, un esfuerzo. Corro de nuevo, con más ganas y con más fuerzas, ¡veo la puerta! Estoy llegando, la empujo y salgo. Me encandilan las luces del mediodía. Las caras de las chicas se trasforman de preocupación a felicidad y me abrazan entre las tres, gritando. No puedo más del cansacio, se me cierran los ojos, me arrodillo en el piso y alcanzo a decir "Gracias chicas, ustedes me salvaron del infierno. Lo hice por ustedes, las amo." Y no me acuerdo nada más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario