jueves, 20 de agosto de 2009
Me quema (Tercera Parte).
Otra vez me despierto en el piso. "¡GUILLE, DALE, POR FAVOR!" escucho, estoy tratando de relacionar la voz pero no puedo, es como si todos los registros de mi cabeza se hubieran borrado, aunque me acuerdo de tu voz, diciendome "adiós" pero tu voz al fin... "¡GUILLE, DALE!" Tengo que salir de este lugar tan oscuro, toqué fondo, por eso no puedo salir, estoy perdida, tengo el alma destrozada. No soy la misma, no me siento yo, estoy deprimida, confundida, no quiero seguir, ¿Por qué? No tengo idea. ¿Y mi risa dónde está? Esa que hacía a mis amigos reir, no la encuentro por ningún lado. "¡GUILLE, TE PIDO QUE SALGAS, POR FAVOR!" La voz está desesperada, a punto de ponerse a llorar. Pero no es la misma voz de antes, evidentemente hay más de una persona que grita por mí. Intento decir que estoy bien y que voy a buscar la salida, pero no puedo hablar. Escucho que me gritan, esta vez todas las voces juntas. Ahora lloran, se me empañan los ojos porque tengo la necesidad de ir corriendo hacia ellas, necesito que me digan que todo va a estar bien y que voy a poder seguir. Empiezo a cantar, aunque todo está cubierto de llamas, no me puedo quedar acá, pero no quiero verte tampoco, canto para sentirme bien, para no perder la concentración y caer al piso. Me siguen gritando las voces llorosas y me pongo a llorar yo también. "¡NO LLORES GUILLE, SALÍ, VOS PODÉS!" Me dice una de ellas. Saco fuerzas de donde no hay, si no lo hago por mi, tengo que hacerlo por ellas, aunque no pueda reconocerlas, se nota que están preocupadas y que me necesitan afuera. "Dale Gui, una vez más", me digo a mi misma y empiezo a correr.
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