miércoles, 19 de enero de 2011
Vacaciones 2011: Día 2
Me desperté 11.30 a.m., con una bienvenida poco deseada. Catalina, mi prima de cuatro años, hablaba en un volumen un poco elevado, evitando obviamente, que yo durmiera. Desayuno, malla, pileta, en ese orden. Un día que realmente pintaba para espectacular, protector solar y mis primeros intentos de broncear mi claramente blanco cuerpo. Decir que estaba cansada era poco, pero en verdad no podía entender por qué, de hecho, no había hecho nada. El rato en la pileta pasó rápido, diez minutos de un lado, diez minutos del otro, pero el bronceado no quiso llegar. Almuerzo y playa, pero estaba un poco fresco como para pasar mucho tiempo sin remera, al mar no me metí, bueno, sólo los pies, y después de un rato, volvimos para la pileta. Seguí intentando broncearme, pero era como si mi piel tuviera el protector solar incorporado, así que no fue posible, de nuevo. Se iba haciendo de noche, siete personas en una cabaña, había cola para ir a ducharse pero por suerte, a la primera que se distrajeron, salí de la pileta y me metí directamente en la ducha, para evitar el tema del frío. Asadito, después un café, algún que otro chocolate y una noche tranquila. Porque todavía no estábamos recuperadas del viaje, sobre todo porque el medano que nos separa de la playa, es lo más difícil de cruzar que tuve que intentar en el último tiempo. Centro para pasear a Simoncito, el perrito. De paso, pasamos por la única farmacia de Mar de las Pampas para comprar todos los elementos para el cambio rotundo de mi pelo. Pero bueno, un día poco interesante, deseando que el siguiente, se pusiera mucho más activo.
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