lunes, 31 de enero de 2011
Vacaciones 2011: Día 9
Ni bien abrí los ojos, supe que mi cuerpo me iba a pasar factura por lo disfrutado la noche anterior. Pasado el mediodía ya me estaba levantando para empezar la operación "Cumple de Gi" que consistía básicamente en viajar a Pinamar. Una vez vestidas y comidas nos dirigimos hacia la casa de Agus, para encontrarnos con ella y Miri y organizar el viaje que nos esperaba. Decidimos que lo mejor sería cambiarnos, bañarnos, y partir hacia Gesell a eso de las 5 de la tarde. Hicimos lo acordado y partimos, a la eterna parada del 504 que tardó lo que siempre en llegar. 10 minutos después estábamos en la terminal comprando los pasajes hacia Pinamar, $8 cada una, 6 y media nos fuimos. Música y olvido, pasaditas las 8 bajamos del micro y emprendimos la pequeña caminata hacia el Disco, punto de encuentro con las chicas (Sol, Chu y Cami) y lugar en el que debíamos comprar todas las cosas faltantes. Sin ninguna idea sobre cómo calcular, fugazmente (gracias a que estábamos apuradas por culpa de la hora), terminamos de comprar todo lo de la lista y nos fuimos al departamento, mejor conocido como "Mono" (por monoambiente) o "El Barco" (por su decoración). Empezó la etapa de la cocina, unos ricos fideos con salsa, siempre más ricos cuando hay habre, y después empezaría la etapa de la limpieza del departamento. Se iba acercando la hora en la que Gi volvería y todo tenía que estar listo para ese momento. "Chicas, ¿la torta?". Caras de desesperación, ya eran casi las 10 y con Orne corrimos a ver cómo podíamos solucionar el inesperado problema. En la panadería no había tortas y tampoco había tiempo para preparar una, así que de la nada apareció la maravillosa idea de comprar un postre helado, pero el problema era que no había freezer, y ninguna pensó en eso. Nos pintamos y cambiamos, colgamos cartelitos y también el disfraz de "Mujer Maravilla" que Gi tenía que usar. Sacamos el postre de la heladera e inmediatamente empezamos a sufrir por lo derretido que estaba. En la sopa de helado pusimos las 18 velas y las prendimos, rogando que Gi cruzara la puerta en los próximos minutos. Subió, gritos, cantos, besos y felicitaciones. Se disfrazó y arrancó la música (con todos los problemas que la acompañaron, por ejemplo, el hecho de que no se descargaban las canciones). Llegó la gente, y con ellos, la fiesta. A las 2 salimos y de ahí, con llovizna y con un destino incierto. Se frustró la salida y pasadas las 4 estábamos de vuelta en el departamento, comiendo papas fritas, limpiando y charlando. El celular de Gi voló por el balcón. Volvimos a la ropa cómoda y a eso de las 5 y media de la mañana, Maru y yo partimos en dirección a la casa de Agus Zeri para pasar a saludarla. Ya sin lluvia nos fuimos las tres a ver el amanecer. A las 7 estábamos las dos solas de nuevo, caminando por la playa en dirección al McDonald's, en donde compramos un McQueso y una McNífica, para dirigirnos después a la parada del micro que nos iba a devolver a Gesell. Esperamos media hora en la parada, donde nos encontramos con unos chicos que habían participado del cumpleaños. 45 minutos de micro y a las 9 y media llegamos a la casa de Florci, quien nos prestó unas camas y donde en seguida nos quedamos dormidas.
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