miércoles, 27 de junio de 2012

Por siempre parte de mi.

Vengo con una seguidilla de sentimientos encontrados bastante importante. En tres días, terminé con el sufrimiento que me producía la categoría inmerecida en la que estaba mi equipo y me despedí de una parte de mi.
Con respecto a lo primero, me atrevería a decir que no hay mucho más que agregar. Pasé momentos de muchos nervios, de mucha tensión y que pude descargar al grito de los goles. Después simplemente me vino la felicidad que tanto deseaba y no pude hacer más que saltar y cantar, con los ojos llorosos de la emoción que me produjo que mi equipo recuperara lo suyo.
El segundo de los sentimientos, esto de haber despedido a una parte de mi, tiene que ver pura y exclusivamente con la separación de la banda de Casi Ángeles. Muchos pensarán que es una estupidez, que ya estoy grande, o que son muy malos. Yo, y no tengo ningún tipo de vergüenza en decirlo, considero que son una de las mejores cosas que me pasó durante la adolescencia. Me acompañaron durante la mayor parte de la secundaria, con problemas comunes, con dudas comunes, y con ellos me pude identificar por casi 6 años. Y bueno, fiel a mi esencia, fui a encontrarme con ellos el domingo por última vez. Un poco con la excusa de llevar a mi hermanita, pero con las verdaderas intenciones a flor de piel. Y me senté y con muchos nervios los esperé, como si hubiera sido la primera vez. Me sentí una nena cuando se apagaron las luces y se encendieron todas las del escenario que decían TEENANGELS, El Adiós. Y en ese momento, justo cuando empezaron los griteríos, entendí que esa ceremonia se iba a llevar una parte de mi para siempre. Y que ahí, en ese momento, en ese lugar, iba a dejar mi corazón. Me emocioné como todas las veces, me reí, canté, grité, hice todo con la felicidad de siempre y con la tristeza de saber que no lo iba a poder hacer nunca más. Me dejé llevar, me transportaron por los cuatro años de programa y los dos años que siguieron ellos como banda. Como si fuera en un túnel del tiempo, me dejaron volver a verlos chiquitos, y todo el desarrollo que hicieron, el mismo que hice yo. Y poco a poco se fue cerrando el capítulo, se fueron apagando las imágenes, se fueron despidiendo para siempre. Obviamente no saben quién soy, obviamente no los voy a perseguir por ningún lado cual fan desesperada, por eso sé y supe que ésa fue la última vez. Y siempre van a ocupar un lugar enorme no sólo en mis recuerdos sino también en lo que soy hoy. Porque, fuera de joda, me sacaron muchos miedos. Porque cuando ellos estaban en la tele, se paraba el mundo durante un hora, y cuando no lo podía ver, lo grababa, o lo miraba después por internet. Y es super fuerte pensar que todo eso queda atrás, pero yo dejo una parte de mi, aunque siempre se queden conmigo. Me la re banco y digo que me puse sentimental por CASI ÁNGELES. Pero son lo que soy. Mis sueños, mis esperanzas, mi adolescencia. Y nadie me va a poder decir que mi sentimiento no tiene valor, porque nadie lo vivió como yo ni se identificó de la misma manera. Son míos para siempre. Gracias por tanto, por tantas risas y las lágrimas también. Gracias por haber crecido conmigo. Es imposible evitar sentir esto. La nostalgia que me acompaña y ustedes que me dejan. Y prefiero recordarlo así, es más fácil despedirse. Son parte de mi vida, de mi corazón, bajó el telón pero yo los llevo para siempre.
Aunque decida tirar las revistas, me quedo con su música, con sus videos. Me quedo con cada tarde que pasé, con los 500 capítulos que me hicieron emocionar. Con todo. Por siempre parte de mi.

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