jueves, 27 de agosto de 2009

Normalidad.

Todo vuelve a su lugar, a donde debe estar. ¿No se supone que me tendría que sentir mejor? Tengo tantas emociones condensadas que se mueren por salir. Estoy atrapada en un frasco porque no sé qué es lo que quiero. ¿Cómo sigo? ¿Cómo SEGUIMOS? Estaba tan acostumbrada a que las cosas estuvieran dadas vuelta que esta repentina normalidad me es extraña, hasta me molesta y no sé cómo reaccionar. Siento que mucha gente espera cosas de mi, que no sé si pueda lograr. Muchos deberes y poco tiempo, stress, es eso. Un sentimiento que no había tenido nunca, presión, si, pero stress, nunca. Muchos problemas y poco tiempo para solucionarlos, pero ya casi estoy, les gané. Volviendo a lo de la normalidad... Tengo que acostumbrarme a que todo esté "bien", espero que dure o voy a colapsar. Necesito un descanso, un parate, para estar en paz conmigo misma. Para que esta máquina recargue la nafta. Estoy cansada, pero gracias por volver.

Pregunta para pensar y luego discutir: ¿Es posible que tus amigos no te entiendan? ¿O es que no quieren entender?

martes, 25 de agosto de 2009

¿Dónde estás amigo?

Ya no sé quién sos, no sos el mismo. ¿Dónde estás amigo? Que no te encuentro, el que empezó conmigo hoy está lejos. Te perdiste, ya nada queda ahora de lo que fue. ¿A dónde vas amigo? Siempre buscando lo que es lejano. ¿Qué estás mirando? En un espejo roto tu propio espanto. Tu corazón se fue, te fuiste con él, cambiaste, no sentiste más las ganas de estar acá. Volvé a sentir y a soñar, a entender quién es quién sin mirar. Volvé a empezar conmigo. Yo te doy la mano y prometo acompañarte, pero te necesito. Dejemos atrás peleas, diferencias, problemas, dejemos atrás al mundo entero y seamos nosotros sólo dos, por un momento. Todo esto me pasa aunque no pueda expresartelo con palabras, aunque no pueda hablarte. El orgullo nos condena, volvamos a empezar.

viernes, 21 de agosto de 2009

Me quema (Cuarta Parte).

Me encuentro corriendo sin parar pero sin poder avanzar. Tratando de alcanzar a las voces que no paran de gritar, ahora todas juntas, me ruegan que salga y eso hace que tenga más fuerzas para luchar y tratar de llegar a ellas. No puedo escucharlas, ¿se fueron? Me lleno de dudas y las lágrimas vuelven a surgir, no puedo seguir luchando contra lo imposible, no puedo salir. "¿GUILLE? ¿ME ESCUCHÁS?" me grita la voz más grave pero la que grita más fuerte, puedo escuchar que sigue llorando pero que espera que le conteste. "¡SI, TE ESCUCHO! ¿QUIÉN SOS?" logro contestar. Logro percibir que se contentan afuera, por escuchar mi temblorosa voz. "¡SOY SOFI! GUILLE, TENÉS QUE SALIR AHORA." No puedo creer que no la pude reconocer, que tranquilizante saber que ella está afuera. Vuelvo a correr y ahora puedo avanzar pero me falta muchísimo, todavía están muy distantes. Corro, corro y me doy cuenta que de nuevo no estoy avanzando. Me caigo al piso, estoy cansada. Otra de las voces, más aguda que la anterior pero menos desesperada (como si controlara la situación) me grita: "NEGRA, ¡SALÍ QUE ESTAMOS ACÁ POR VOS!" Esa voz es conocida, pero ¿quién es? Me quedo pensando mientras corro de nuevo, esta vez avanzando, ¡Es Pau! Pude reconocerla, supongo que cuando escuche a la otra voy a poder saber quién es. Sigo corriendo pero a los pocos metros dejo de avanzar, esto me está hartando, no quiero seguir, estoy cansada. Empiezo a tambalearme por el cansacio, y entonces escucho a la tercera voz, la más aguda y también la más desesperada de las tres, "GUILLE, SOY YANI, ¿ME ESCUCHÁS? SALÍ DE AHÍ POR FAVOR, ESTAMOS ACÁ ESPERANDOTE." ¿Yani también está acá? Tengo que salir, un esfuerzo. Corro de nuevo, con más ganas y con más fuerzas, ¡veo la puerta! Estoy llegando, la empujo y salgo. Me encandilan las luces del mediodía. Las caras de las chicas se trasforman de preocupación a felicidad y me abrazan entre las tres, gritando. No puedo más del cansacio, se me cierran los ojos, me arrodillo en el piso y alcanzo a decir "Gracias chicas, ustedes me salvaron del infierno. Lo hice por ustedes, las amo." Y no me acuerdo nada más.

jueves, 20 de agosto de 2009

Me quema (Tercera Parte).

Otra vez me despierto en el piso. "¡GUILLE, DALE, POR FAVOR!" escucho, estoy tratando de relacionar la voz pero no puedo, es como si todos los registros de mi cabeza se hubieran borrado, aunque me acuerdo de tu voz, diciendome "adiós" pero tu voz al fin... "¡GUILLE, DALE!" Tengo que salir de este lugar tan oscuro, toqué fondo, por eso no puedo salir, estoy perdida, tengo el alma destrozada. No soy la misma, no me siento yo, estoy deprimida, confundida, no quiero seguir, ¿Por qué? No tengo idea. ¿Y mi risa dónde está? Esa que hacía a mis amigos reir, no la encuentro por ningún lado. "¡GUILLE, TE PIDO QUE SALGAS, POR FAVOR!" La voz está desesperada, a punto de ponerse a llorar. Pero no es la misma voz de antes, evidentemente hay más de una persona que grita por mí. Intento decir que estoy bien y que voy a buscar la salida, pero no puedo hablar. Escucho que me gritan, esta vez todas las voces juntas. Ahora lloran, se me empañan los ojos porque tengo la necesidad de ir corriendo hacia ellas, necesito que me digan que todo va a estar bien y que voy a poder seguir. Empiezo a cantar, aunque todo está cubierto de llamas, no me puedo quedar acá, pero no quiero verte tampoco, canto para sentirme bien, para no perder la concentración y caer al piso. Me siguen gritando las voces llorosas y me pongo a llorar yo también. "¡NO LLORES GUILLE, SALÍ, VOS PODÉS!" Me dice una de ellas. Saco fuerzas de donde no hay, si no lo hago por mi, tengo que hacerlo por ellas, aunque no pueda reconocerlas, se nota que están preocupadas y que me necesitan afuera. "Dale Gui, una vez más", me digo a mi misma y empiezo a correr.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Me quema (Segunda Parte).

Abro los ojos, todavía estoy en el piso. Pero ya no hay fuego aunque no puedo ver nada por el humo negro que cubre toda la habitación. Te busco, pero no estás, estoy un poco desorientada pero me acuerdo, tengo un vago recuerdo de lo que pasó antes de que me desmayara. La desesperación se apodera de mi cuerpo, ¿No te voy a volver a ver? ¿No vamos a volver a hablar? ¿Voy a poder vivir con eso? Sos una parte de mi, aunque no quiero aceptar que soy un tanto dependiente. No sé cómo seguir. ¡TENGO QUE SALIR! Perdí la noción del tiempo y no tengo reloj, no sé hace cuánto que estoy acá adentro. Si me quedo acá mucho tiempo más, dudo poder salir. Intento pararme pero me duele todo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza, tengo quemaduras, pero no parecen tan recientes. Empiezo a toser, ¡TENGO QUE SALIR! me repito, intento moverme pero el dolor es terrible, me queman los pies. Un esfuerzo, tengo que hacer un esfuerzo. Pienso en la gente que me quiere, tiene que haber alguien que esté preocupado, que me esté esperando y que quiere que salga de ahí. Eso me da fuerzas y puedo pararme aunque me tambaleo, doy un paso, después otro y trato de econtrar la salida. Escucho que me gritan, "¡GUILLE, DALE, GUILLE!". No reconozco la voz que me habla, otra vez: "¡GUILLE, DALE, GUILLE QUE NO LLEGAMOS!" ¿Cómo que no llegamos? ¿Quién es? No entiendo nada, si estoy sola. Intento correr para alcanzar esa voz que todavía no puedo descifrar pero me tropiezo y caigo al piso. De repente todo se cubre de fuego nuevamente. Ahora se me están quemando las manos.

martes, 18 de agosto de 2009

Me quema.

Me quema, esto que siento me está quemando. No puedo pararlo, no encuentro el matafuegos, me quedo sin aire, hay mucho humo, no sé dónde está la salida. Me quema tu mirada, pero no puedo sacar mis ojos de los tuyos. No puedo dejar de mirarte pero empiezo a marearme, se me cierran los ojos, pero lucho, lucho contra el cansancio para seguir mirandote, por un segundo más. Empiezo a delirar, veo borroso, todo cambia de color, parece un caleidoscopio. ¿Qué hago? Me tenés atrapada, con esos ojos oscuros que no puedo dejar, que no me dejan olvidarte, que te hacen tan necesario para mi existencia. Empiezo a llorar, me arden los ojos, pero no soy capaz de cerrarlos, no puedo correr, alejarme de esto que me está quemando, que me hace mal. Quiero gritar, gritarte a vos, GRITARTE QUE TE AMO COMO NUNCA AMÉ A NADIE, pero no puedo, la voz no sale. Desvío la mirada, me mareo más, estoy a punto de caerme al piso, vuelvo a mirar tus hermosos ojos, mejora mi estado físico. De alguna manera empezás a lograr que me mejore, cambiás la expresión de tu cara, de asombro a una sonrisa francamente espectacular. Parece ser un espejismo, tengo los ojos tan borrosos de las lágrimas que confundo las imágenes, en realidad no es una sonrisa, estás enojado, me mirás muy mal. ¿Qué me dijiste? ¿Chau? ¿Para siempre? No puedo creer lo que estoy escuchando, ahora sí que no puedo respirar, se me cierran los ojos y caigo al piso, que está completamente en llamas y me estoy quemando.

domingo, 2 de agosto de 2009

Gui.

Mucho blog, TANTO blog, y nunca hablé de mi. La verdad es que se complica, hace media hora que estoy pensando cómo puedo empezar esta entrada. Acabo de comprobar lo que cuesta hablar de uno mismo, me pasé todo el blog hablando sobre otros o sobre situaciones, nunca de mi en concreto, y no sé qué decir. Creo que como tantas veces me estoy "maquinando" la cabeza para escribir algo interesante, como todo lo anterior pero me parece que simplificar es lo mejor que puedo hacer.
Breve descripción de mi ser: Petisa, morocha, ojos oscuros, sonrisa gigante. No hay nada más que eso, soy simple, aunque difícil de entender. Intuitiva, si, bastante, excepto cuando me "taro". Espontánea de más, impulsiva a más no poder (y eso me trae problemas). Digo lo que pienso, de una. Me gusta "descansar" a la gente cuando puedo, me encanta sentir que soy más inteligente que alguien (suena feo, pero me encanta). Tiendo a ser malhumorada, más de lo que me gustaría pero todavía no puedo evitarlo. Me sobra autoestima, lo puede decir cualquiera. Mi ego es mi gran compañero, aunque no me creo ni la mitad de las cosas que digo, casi siempre son jodas. Hablando de jodas, me paso todo el día haciendo chistes, sobre mi, sobre la gente, sobre Todo. Cada vez me convenzo más de que mi propósito en la vida es molestar a mi hermana, aunque la amo y lo sabe. Me da ternura saber que me idolatra un poco. Mis amigos son lo mejor, no sería tan feliz si no los tuviera conmigo. Son lo que me llena, mi verdadero cable a tierra. Soy propensa a tener amores no correspondidos y a sufrir por eso, una tarada. Me encanta saber todo de todos, soy una chusma orgullosa. Adicta a Casi Ángeles más de lo que me gustaría y a Crepúsculo en una dosis sana (?) El handball me apasiona, es inexplicable lo que siento cuando juego, de paso, amo el deporte, aunque me de mucha fiaca moverme. Soy muy observadora y tengo buena memoria, lo cual es malo, me lleva a pensar demasiado sobre las cosas que pasaron o los movimientos de las otras personas, lo que no dijeron y lo que si. Creo que me preocupo más por la gente que quiero de lo que se preocupan ellos por mi, aunque sé que no es verdad. Descubrí que me apasiona escribir, pero no estoy segura de hacerlo muy bien. Soy más madura que la mayoría de la gente de mi edad, o eso dicen, por eso tiendo a tener amigos más grandes. Amo la música, pero no sé tocar ni la flauta. Estoy convencida de que con pequeñas cosas podemos hacer un cambio gigante y por eso me paso apagando las luces de la casa o los aparatos electricos cuando no se están usando, igual que con el agua. Soy desordenada, no limpio mi cuarto a menos que venga alguien o el desorden sea tal que ya me moleste a mi. Desaliñada me describe, estoy segura. Voy por la vida despeinada y me encanta. Cada vez me siento con más ganas de estudiar medicina cuando termine la secundaria. No soy completamente capaz de aceptar las reglas, detesto que me digan lo que tengo que hacer y casi me gano que me echen del colegio. No me callo nunca y eso me complica la existencia. Dormir es lo mejor que me puede pasar. Soy la reina sintiendome sola entre mucha gente, aunque sea la MÁS extrovertida. Llamo mucho la atención y por eso no caigo bien a veces, pero no es a propósito. Soy esto que lees, no hay más para ofrecer. Y me encanta.