lunes, 31 de enero de 2011

Vacaciones 2011: Día 11

Otro despertar, desayuno/almuerzo y una tarde particular. Agus, Miri, Juli, Berni, Pancho, Tomi, Vale, Maru y yo en la pileta. La pasamos espectacular, muertos de risa, sacando fotos y tomando sol. Pusimos música y eso sólo hizo que nos retaran y tuvimos que apagarla. Agus y yo nos fuimos a hacer presencia a la playa y una hora después volvimos y nos pusimos a jugar a los dados con las chicas. Por supuesto, no gané, como siempre. Llegó el papá de Tomi y al rato se fueron ambos para Mar del Plata, de nuevo a su casa. 7 y media Agus, Miri, Juli y Berni se fueron para volver más tarde a la cena, bañados y cambiados. Asadito y mucha charla, aunque ésta fue una noche especial, porque fue la única que nos juntamos TODOS los que estábamos en Mar de las Pampas, así que en medio de una cena multitudinaria estábamos: Catita, Vito, Octi, Ulises, Pancho, Juli, Berni, Agus, Miri, Vale, Maru, Susi, Diego, Caty, Fran, Ana, Gastón, Miranda, Vivi, Lucio, Nando, Sandra, Simón, Matute (los últimos dos los perros de las familias) y yo. Vale y Maru se empezaron a cambiar y pintar para salir esa misma noche, Agus, Miri y yo no salimos. Bah, en realidad, fuimos a tomar un café a La Pinocha, el lugar predilecto en Mar de las Pampas. Estuvimos un rato paseando y chusmeando, hablando de muchas cosas y casi a la misma hora de siempre, volvimos a nuestras casas. Llegué y Tomi y Pancho estaban mirando la tele abajo así que me quedé con ellos. Boludeamos y terminamos viendo un partido de tenis hasta que yo no daba más del sueño. Así que partí hacia mi habitación a eso de las 6 y veinte de la mañana, leí un rato y después me adentré en el maravilloso mundo de mis sueños.

Vacaciones 2011: Día 10

A las 14 me desperté, aunque no fui la primera, en esa habitación la única que todavía dormía era Florci, y, de hecho, Vale ya se estaba cambiando. "Florciiiii, arribaaa". La mamá de Florci apareció con chocolatadas para todas (muy dulces por cierto) que tomamos rápido y nos fuimos a almorzar a "Carlitos". Panqueque 585, el placer hecho comida. Perfumería, por supuesto no habpia lo que yo quería, para variar. Mates en lo de las amigas de las chicas y más tarde, ya a las 6 pasadas, emprendimos el regreso a Mar de las Pampas, exactamente un día después del comienzo del viaje a Pinamar. Llegamos y estaban todos merendando, saludamos y comentamos un poco lo que habíamos hecho, pero debido al sueño no pudimos sumarnos a la charla. Terminamos durmiendo la siesta en un horario poco común y aparecimos para comer, con los ojos super chicos y el cansancio evidenciado en todo el cuerpo. "Guille parece un zombie". Y así me sentía por dentro. "Hoy no se sale". Comimos unos ricos tacos mexicanos y como si la siesta no hubiera existido, caímos rendidas en las camas hasta el día siguiente.

Vacaciones 2011: Día 9

Ni bien abrí los ojos, supe que mi cuerpo me iba a pasar factura por lo disfrutado la noche anterior. Pasado el mediodía ya me estaba levantando para empezar la operación "Cumple de Gi" que consistía básicamente en viajar a Pinamar. Una vez vestidas y comidas nos dirigimos hacia la casa de Agus, para encontrarnos con ella y Miri y organizar el viaje que nos esperaba. Decidimos que lo mejor sería cambiarnos, bañarnos, y partir hacia Gesell a eso de las 5 de la tarde. Hicimos lo acordado y partimos, a la eterna parada del 504 que tardó lo que siempre en llegar. 10 minutos después estábamos en la terminal comprando los pasajes hacia Pinamar, $8 cada una, 6 y media nos fuimos. Música y olvido, pasaditas las 8 bajamos del micro y emprendimos la pequeña caminata hacia el Disco, punto de encuentro con las chicas (Sol, Chu y Cami) y lugar en el que debíamos comprar todas las cosas faltantes. Sin ninguna idea sobre cómo calcular, fugazmente (gracias a que estábamos apuradas por culpa de la hora), terminamos de comprar todo lo de la lista y nos fuimos al departamento, mejor conocido como "Mono" (por monoambiente) o "El Barco" (por su decoración). Empezó la etapa de la cocina, unos ricos fideos con salsa, siempre más ricos cuando hay habre, y después empezaría la etapa de la limpieza del departamento. Se iba acercando la hora en la que Gi volvería y todo tenía que estar listo para ese momento. "Chicas, ¿la torta?". Caras de desesperación, ya eran casi las 10 y con Orne corrimos a ver cómo podíamos solucionar el inesperado problema. En la panadería no había tortas y tampoco había tiempo para preparar una, así que de la nada apareció la maravillosa idea de comprar un postre helado, pero el problema era que no había freezer, y ninguna pensó en eso. Nos pintamos y cambiamos, colgamos cartelitos y también el disfraz de "Mujer Maravilla" que Gi tenía que usar. Sacamos el postre de la heladera e inmediatamente empezamos a sufrir por lo derretido que estaba. En la sopa de helado pusimos las 18 velas y las prendimos, rogando que Gi cruzara la puerta en los próximos minutos. Subió, gritos, cantos, besos y felicitaciones. Se disfrazó y arrancó la música (con todos los problemas que la acompañaron, por ejemplo, el hecho de que no se descargaban las canciones). Llegó la gente, y con ellos, la fiesta. A las 2 salimos y de ahí, con llovizna y con un destino incierto. Se frustró la salida y pasadas las 4 estábamos de vuelta en el departamento, comiendo papas fritas, limpiando y charlando. El celular de Gi voló por el balcón. Volvimos a la ropa cómoda y a eso de las 5 y media de la mañana, Maru y yo partimos en dirección a la casa de Agus Zeri para pasar a saludarla. Ya sin lluvia nos fuimos las tres a ver el amanecer. A las 7 estábamos las dos solas de nuevo, caminando por la playa en dirección al McDonald's, en donde compramos un McQueso y una McNífica, para dirigirnos después a la parada del micro que nos iba a devolver a Gesell. Esperamos media hora en la parada, donde nos encontramos con unos chicos que habían participado del cumpleaños. 45 minutos de micro y a las 9 y media llegamos a la casa de Florci, quien nos prestó unas camas y donde en seguida nos quedamos dormidas.

jueves, 27 de enero de 2011

Vacaciones 2011: Día 8

Lunes. Comenzaba la segunda semana, y, para variar, el día empezó como TODOS los anteriores, bastante tarde. Almorzamos, nos cambiamos y playa. Se empezaba a gestar la salida de esa misma noche. Playita tranquilas, yo decidí quedarme hasta más tarde porque necesitaba un rato a solas, para pensar, para mirar el mar. Despejé mi mente y al rato volví, para bañarme, comer y más tarde partir hacia Gesell. Desembocamos en Pueblo Límite, entramos y quedamos boquiabiertas. En seguida me di cuenta que es el MEJOR boliche de todos los que pueden existir en la tierra. No sólo es enorme, sino que tiene de todo adentro, desde un kiosco hasta un local de panchos. En una pantalla gigante se leía "GRUPO PLAY 2 A.M. THE ROXY" y me puse MUY contenta y por supuesto, arrastré a las chicas a verlos. Canté y grité como hacía mucho que no lo hacía, de hecho, TUVE QUE filmar un pedazo. Dimos vueltas por las diferentes pistas, bailamos mucho, cantamos, cruzamos y saludamos gente conocida, charlamos, boludeamos básicamente y a eso de las 5 nos sorprendimos... Sabíamos que era la fiesta de la espuma, pero no sabíamos a cuál punto. Resultó que había DOS cañones ENORMES de espuma, a cada lado de la pista al aire libre y de repente, empezó a salir una terrible cantidad de espuma, que nos cubrió por completo a todos los que estábamos ahí, de hecho, casi me ahogo adentro. Pasadas las 6 nos retiramos y tomamos el bello 504 para bajarnos en la 139 y 3 y Maru tuvo la terrible idea de querer acompañar a Florci hasta su casa, y eso hicimos. Por supuesto ya no dábamos más y nos tomamos un taxi salvador que nos dejó de vuelta acá en Mar de las Pampas, entramos, subimos y Simoncito ladró, nos metimos en nuestras camas y soñamos hasta el día siguiente.

Vacaciones 2011: Día 7

Nuestro día empezó temprano, esperábamos a Vale en cualquier momento. Suena el celular de Maru:
-¿Hola?
-Hola, ¿Guille? ¿Cuál es la cabaña?
-Vale, ¿dónde estás?
-Afuera, pero ¿cómo se cuál es la cabaña?
-A ver, bancá que salgo a buscarte.
Y así salí, en remera y boxer a buscar a Vale, aunque, obviamente estaba frente a la casa y mucho no me moví, básicamente para que no me vieran todos los vecinos. Recibimiento, saludos, almuerzo. ¡Cuántas ganas de ir a la playa! Armamos bolsos y mochilas y partimos, la playa estaba obviamente excelente. Agus recién llegada apareció por la playa para compartir unos momentos con nosotras, acompañada de Miri. Terminamos en la cabaña jugando a los dados para separarnos más tarde y luego juntarnos en su casa a comer unas hamburguesas y asado. Esa noche no tuve ganas de salir, y por ese mismo motivo decidí quedarme e ir a tomar un café con Agus y Miri, aunque Maru y Vale partieron para Gesell. Agus, Miri y yo dimos algunas vueltas por el centro, mientras todos los negocios iban cerrando, para terminar después en La Pinocha, el lugar predilecto para tomar café, al que unos minutos después llegaron los adultos que siempre están a cargo (Susi, Diego, Sandra y Nando) acompañados por Simoncito y Matute, los perritos. Tomamos café y comimos una BOMBA, digo, una torta. Terminamos como todas las noches del verano anterior en el "Consultorio Psicológico", o la "Oficina" (mejor conocido como, los jueguitos para nenes que hay al lado de La Pinocha), y un rato después, luego de contar varios chismes, retornamos a nuestras cabañas para irnos a dormir.

Vacaciones 2011: Día 6

Otro día de levantarse muy tarde, igual que los anteriores. Al despertar nos encontramos con que Marcelo, el papá de Tomi había venido a visitarnos y con él, habían venido unos churros espectaculares. Fuimos a la playa todos juntos, charlamos, compramos unos licuados y matamos el tiempo riéndonos de anécdotas y de muchos otros momentos lindos que habíamos pasado antes y que por supuesto, todavía nos quedan por vivir. De la playa volvimos temprano, se activó la alarma cuando entramos y tuvimos que correr a apagarla y casi morimos de la risa en el piso, después de eso nos mandamos una mini siestita porque no podíamos más, del día anterior obviamente. Cenamos un pescado a la parrilla y nos reímos muchísimo sobre lo seco que quedó. Se empezaron a generar las expectativas sobre el día siguiente, porque se iba a producir la llegada de todas las mujeres esperadas, Agus, Vale y Miri. Así que disfrutamos de nuestro último día durmiendo solas en el piso de abajo y nos quedamos charlando hasta dormirnos.

viernes, 21 de enero de 2011

Vacaciones 2011: Día 5

Increíblemente nos despertamos super tarde, aunque el día anterior había terminado temprano. Hicimos un arreglo que no fue para nada rápido y terminamos, (después de haber almorzado), caminando por la playa hacia Gesell para encontrarnos con Lau y Florci. ¡Cuánto viento! Piruetas, risas, música, fotos, la escultura, bueno... "escultura", digamos que fue un intento de sirena que terminó siendo más sirenO que otra cosa, un poco travesti pero SUPER divertido. Nos reímos sin parar todo el tiempo que estuvimos, hasta que después de un largo rato, nos despedimos hasta dentro de unas horitas. 45 minutos de caminata de vuelta a Mar de las Pampas que nos dejaron muertas, Maru se tiró un rato una siesta y yo me quedé mirando la televisión. Cenamos fideos, con una rica salsa, cocinados por Maru y después nos bañamos y cambiamos. 504 hasta Villa Gesell, de nuevo. A la casa de Florci a encontrarnos con las chicas y luego partimos. Nos encontramos con los chicos en su departamento, con la idea de ir a bailar a Pueblo Límite, idea que más tarde se frustró. El departamento tenía fideos hasta por lugares inesperados, 10 chicos viviendo juntos que no saben las proporciones de la comida... 3 paquetes de fideos, sobraron más de 5 porciones. Maru no se pudo resistir y se puso a lavar los platos, yo ayudé un poco, pero sólo a alcanzárselos. Dimos muchas vueltas, nos quedamos por ahí hasta que uno tomó la iniciativa y salimos todos. Terminamos dando vueltas por el centro pero el frío nos hizo volver. Taxi hasta Mar de las Pampas, entramos a la casa y en menos de 20 segundos habíamos armado las camas y estábamos durmiendo. "Guille, no encuentro mi remera de pijama", "Tomá esta". Y nos dormimos.

Vacaciones 2011: Día 4

Nos dormimos ese día a las 7 de la mañana, producto de la salida del día anterior. Con una llovizna y unos truenos a lo lejos cerramos los ojos, para despertarnos cinco horas después con un día espantoso. Dimos vueltas, almorzamos, matamos el tiempo mirando la tele. A la tardecita, Catalina sólo quería salir, así que nos prestamos para ir a dar una vuelta por el centro. Jueguitos, un intento de berrinche frustrado, collar y jueguitos otra vez. Todas con campera o buzo, recibimos una llamada de Susi que preguntaba si queríamos ir a tomar mates a la playa. Se decidió que si, y poco antes de las 16.30 estábamos ahí, desconfiando del clima y creyendo que íbamos a morir de frío. Resultó ser que el clima estaba genial, hacía calor, estaba soleado y poco ventoso y por ende, nos quedamos un buen rato disfrutando de la playa como no habíamos podido hacer horas antes. Volvimos y despachamos a todos los chicos de entre 4 y 14 años para el anfiteatro a ver algunos espectáculos. Los otros, fuimos a lo de Sandra a comer un asadito y varias ensaladas. Charla, partido de basquet en la tele, revistas, decidimos ir a comer algo de postre, helado o café según la preferencia. Limón y chocolate, un clásico para mi, y a la 1 estaba volviendo a casa, para pasar un largo rato haciendo nada y para más tarde, volver a dormir.

miércoles, 19 de enero de 2011

Vacaciones 2011: Día 3

El día empezó a la misma hora que el anterior, pero esta vez con más ganas. "CATALINA, SHHH, QUE ESTÁN DURMIENDO TUS.. PARIENTES!" Le decía entre susurros mi tía a mi primita de cuatro años, que no puede quedarse callada. Estábamos durmiendo Maru (su hermana) y yo (su prima) y mi tía no encontró palabra mejor que "parientes" para describir a esas dos morsas que había en las camas. Habiendo comprado el día anterior todos los elementos necesarios, Maru y yo empezamos la operación "Guille cambia el color de su pelo", la cual duró más de lo que esperábamos. Con Glee de fondo, mi pelo empezó a decolorarse, producto del agua oxigenada mezclada con el polvo decolorante. "Sos como el Polaco" me cargaban mientras iba perdiendo la pigmentación, aunque, obviamente, no llegó a ser blanco sino a un naranja medio extraño. Bastantes minutos después, empezó la segunda etapa, la tintura fucsia. Veinte minutos después me estaba enjuagando, y treinta segundos después de que el agua sacara todos los restos de tintura, empezaban los gritos sobre lo bien que había quedado. Mi tía no se espantó, de hecho dijo que pensó que iba a ser peor, lo cual, nos hizo sentir bien a ambas. Pileta horas y horas, ninguna tenía ganas de ir a la playa. Nos bañamos, nos cambiamos y partimos hacia la casa de Sandra, todos íbamos a cenar pizza y después, nosotras retornaríamos a la cabaña a cambiarnos, pintarnos, peinarnos para ir hacia Gesell. 504 hasta la casa de Florci, 504 hasta el centro, ahora éramos Florci, Lau, Maru y yo. Casa de unas amigas de las chicas, lo demás, es historia.

Vacaciones 2011: Día 2

Me desperté 11.30 a.m., con una bienvenida poco deseada. Catalina, mi prima de cuatro años, hablaba en un volumen un poco elevado, evitando obviamente, que yo durmiera. Desayuno, malla, pileta, en ese orden. Un día que realmente pintaba para espectacular, protector solar y mis primeros intentos de broncear mi claramente blanco cuerpo. Decir que estaba cansada era poco, pero en verdad no podía entender por qué, de hecho, no había hecho nada. El rato en la pileta pasó rápido, diez minutos de un lado, diez minutos del otro, pero el bronceado no quiso llegar. Almuerzo y playa, pero estaba un poco fresco como para pasar mucho tiempo sin remera, al mar no me metí, bueno, sólo los pies, y después de un rato, volvimos para la pileta. Seguí intentando broncearme, pero era como si mi piel tuviera el protector solar incorporado, así que no fue posible, de nuevo. Se iba haciendo de noche, siete personas en una cabaña, había cola para ir a ducharse pero por suerte, a la primera que se distrajeron, salí de la pileta y me metí directamente en la ducha, para evitar el tema del frío. Asadito, después un café, algún que otro chocolate y una noche tranquila. Porque todavía no estábamos recuperadas del viaje, sobre todo porque el medano que nos separa de la playa, es lo más difícil de cruzar que tuve que intentar en el último tiempo. Centro para pasear a Simoncito, el perrito. De paso, pasamos por la única farmacia de Mar de las Pampas para comprar todos los elementos para el cambio rotundo de mi pelo. Pero bueno, un día poco interesante, deseando que el siguiente, se pusiera mucho más activo.

lunes, 17 de enero de 2011

Vacaciones 2011: Día 1

Retiro estaba que no daba más, había gente por todos lados, los micros estaban confundidos, retrasados, mezclados, en resumen, todo era un caos. Nos costó encontrar el micro, pero una vez que pudimos localizarlo, nadie pudo anteponerse a nosotras. 00.01 partía el micro de Retiro hacia Villa Gesell, con media hora de retraso, pero eso no nos iba a ganar, al contrario, nos convenía salir tarde considerando que no teníamos ningún lugar donde quedarnos. Auriculares pulenta, mate, y, bueno, 5 horitas de viaje, nada grave. 5 am llegábamos a Gesell, trajimos la tormenta, y de nuevo, mucha, mucha gente. Veinte minutos para encontrar mi valija, bajo la lluvia, pobre Maru, porque como yo tenía colgados mis auriculares, me tuve que refugiar con la otra valija bajo el techo de la terminal. Baño, mensajes avisando que ya estábamos en la Costa Atlántica, nos quedamos en la terminal llena de gente hasta las 6 y media, ocupamos el tiempo comiendo, obviamente, en un bar que también estaba lleno de gente, como cada centímetro de la terminal, mientras afuera llovía torrencialmente. Super copadas las chicas del bar, bueno, sin lo de super, y sin lo de copadas. Ya no había nada más que hacer en Gesell así que con mucha valentía y con una llovizna, nos tomamos el 504 hasta Mar de las Pampas. Como era de esperar, bajamos y se largó torrencialmente otra vez, así que tuvimos la maravillosa idea de refugiarnos en el Delicity, el único lugar abierto, bueno, en realidad abrió con nosotras, a todo esto ya eran las 7 pasadas. Licuadito de durazno, Maru un café, en la otra mesa unos chicos que evidentemente venían de bailar, hablaban sin parar, y se les escaparon algunos comentarios sobre nosotras. A las 8 dejamos el Delicity con la idea de llevar las valijas a la recepción, con la buena suerte que tenemos, por supuesto se largó la lluvia con todo otra vez, esta vez nos refugiamos abajo de un techito, con un perro como compañía, con la esperanza de que la lluvia aminorara rápidamente. Volvió a la llovizna y decidimos que no podíamos esperar menos que eso, así que levantamos el campamento y caminamos las dos cuadras que nos faltaban, con las valijas que se trababan en la arena, y caminando en el costado en desnivel, porque la calle, también de arena, estaba hecha un desastre. Dejamos las valijas y silbando bajito y con una sombrilla como paraguas terminamos en la playa, inspeccionando, encontramos un cuchillo y después, nos metimos en una de las casitas que hay para los guardavidas, donde escuchamos un poco de música y vimos un pájaro de colores super interesantes. Empezó a hacer frío, estábamos mojadas a más no poder, así que a las 10 de vuelta a la recepción. Como náufragos, mojadas, con arena, con hambre y despeinadas, pero bueno, la casa todavía estaba ocupada y encima después todavía tenían que limpiarla. Nos quedamos en la recepción mirando la tele, vino Agus a hacernos compañía, que había llegado hacía unas horas y estaba igual de aburrida. Al rato me quedé dormida y a las 12 pasadas intentaron despertarme para llevarme hasta lo de Agus a almorzar, pero no lo lograron. A la casa entré más o menos a las 13, sola, en silencio, almorcé y disfruté de mis últimos momentos de tranquilidad. Tiempo después llegaron todos, Maru que venía de los de Agus, y el resto que estaba en Mar del Plata. Siesta de 14 a 19, caímos rendidas. A las 20 partimos de nuevo para lo de Agus, aunque ella ya estaba en Pinamar, a cenar hamburguesas y de postre unos chocolates. De vuelta a la casa a las 00:20, nos cambiamos, el pijama se convirtió en lo más cómodo de todo el día, nos lavamos los dientes, ponele que a la 1 ya estábamos acostadas y después de unos minutos, ya soñando. Flojo primer día.

jueves, 13 de enero de 2011

Quiero.

Quiero decirte tantas cosas, necesito que sepas lo que me pasa, todo lo que siento por vos. No puedo seguir así, enojos injustificados, días malos, cosas que "no entendés, no podés entender". ¿Por qué no decirte todo y listo? Miedo, eso es, miedo a tirarme a la pileta y que no haya agua. Creo que hay, pero no la suficiente como para tirarme de cabeza y no rompérmela contra el piso. Es TAN complicado, me cuesta tanto... Cosas que no me "deben" pasar, pero me pasan, sólo a mi, cuanto más imposible más me gusta, pero está la excepción que confirma la regla, tiene que estar. ¿Serás vos? La única persona que me hace estremecer, que cuando estamos en el mismo lugar, no importa nada, ni la hora, ni el momento, me entendés, me calmás, me llenás, sos mi "media mitad". De una especie única, sin nadie que pueda siquiera parecerse, ni aunque me pase la vida buscando. No me olvido de las cosas que hablamos, ni de las que decimos sin hablar. Me paso todo el día pensando en vos, increíblemente quejándome de eso y acusando que no me entiendo y que nunca me voy a entender. ¿Qué me pasa? ¿Dónde tengo el problema? ¿Por qué no se termina? No me aguanto. No me entiendo. Perdí la fe en mi y mi capacidad de comprender las cosas que pasan por mi cabeza. Me siento mal, no quiero más. Otra vez estoy perdida, pero esta vez es por mi culpa, es algo que no puedo manejar. Aunque, al final del día, la fe es algo gracioso. Aparece cuando menos la esperás (menos a mi por ahora). Creo que es como, un día darte cuenta que tu cuento de hadas puede ser un poco distinto a cómo lo soñaste durante toda tu vida. El castillo... bueno, quizás no sea precisamente un castillo. Y capaz no es tan importante eso de "vivieron felices para siempre", sólo que vivieron felices en ese momento. Me parece que tengo que dejar de darme bola, porque cuantas más vueltas le de al asunto, menos me voy a entender. Tengo que dejar que las cosas vengan a mi, dejar fluir todo lo que sucede a mi alrededor. De vez en cuando, con una luna azul, la gente puede sorprenderte. Y de vez en cuando... la gente puede incluso dejarte sin aliento.

miércoles, 12 de enero de 2011

Decisiones.

La vida es acerca de decisiones, elegir una u otra cosa puede cambiar el rumbo de lo que vivimos o vamos a vivir. Algunos vivimos intentando evitar esos momentos en los que sí o sí tenemos que elegir entre una cosa u otra. Vivimos asustados por lo que podemos perder, cuando en realidad deberíamos pensar en todo lo que podemos llegar a ganar. Es una mierda vivir pensando en el después y no ser capaz de dejarse llevar. Muchas veces dejamos de hacer cosas que podrían traernos muchas satisfacciones por miedo a lo que pueda llegar a pasar. Gente como yo, necesita certezas y por eso se crean líneas, barreras que no nos atrevemos a cruzar. Pero siempre, en cierto punto, tenés que tomar una decisión. Si queremos vivir con la incertidumbre de lo que podría haber sucedido, si tan sólo hubiéramos dicho que sí, en lugar de negarnos sin haber estado seguros. Los límites no mantienen a las otras personas afuera. Te mantienen a vos encerrado. Y nadie se merece vivir encerrado por los miedos, cercado dentro de cuatro paredes invisibles que no nos animamos a cruzar. La vida es complicada, nosotros la hacemos así. Pero así como la complicamos, podemos simplificarla, evitando enroscarnos en las cosas que son verdaderamente simples. Y la verdad es que yo no quiero quedarme así, porque te perdés de muchas cosas, de cosas que pueden llenarte como nada, que pueden hacerte sentir vivo, hacerte sentir como nunca antes te habías sentido. Sin importar las consecuencias, sin mirar atrás, seguir el primer instinto a veces no es malo, y te puede ahorrar varios dolores de cabeza. Pero depende de vos, animarte o no, jugar a todo o nada, a vencer eso que te ata a la racionalidad. Entonces, podés desperdiciar tu vida dibujando líneas... o podés vivirla cruzándolas. Pero hay líneas que son demasiado peligrosas como para cruzarlas.
Esto es lo que sé: si estás dispuesto a arriesgarte, la vida desde el otro lado de la línea es espectacular.

miércoles, 5 de enero de 2011

Balance.

Terminó el año, el 2010 voló, como si nunca hubiera estado, como si hubiese empezado ayer. Época de nuevos comienzos dicen algunos, pero en realidad, esta es la época en la que toda la gente, cada persona en su casa, en su cabeza, hace el balance de su año. Qué tan productivo fue y cuánto puede mejorar para el año que le espera. Y es así como salen a la luz aquellos deseos y/o sueños que no pudieron cumplirse en el pasado año y que por supuesto pasan a la lista de prioridades para el año entrante. Normalmente no me gustan los balances, no me gusta plantearme cosas, ni siquiera me gusta comparar. Si nada salió como esperaba, ¿por qué habría de cambiar? Pero esta vez decidí sumarme a la manada y hacer un balance de lo que fue mi 2010.
Es difícil pensar en el resultado de mi año, considerando que es casi imposible puntear las cosas buenas y las malas, hacer una suma, una resta, o hasta una multiplicación o división. El año empezó a los tropiezos, pero mejoró rápidamente con uno de los mejores veranos de mi vida. Digamos que eso le da los primeros 20 puntos al 2010. Conforme pasó el año, conocí a mucha gente que después comprobé vale MUCHÍSIMO la pena, que se convirtieron en amigos, en mejores amigos, en hermanos, en gente que no quiero perder nunca en la vida. Supongo que eso le suma otros 50 puntos, ¿no? Peleas, disgustos, discusiones, distanciamientos, 15 puntos menos 2010. Un año escolar bueno, complicado por momentos, pero con muy buenos resultados, 10 puntos más. Buena salud, más allá de las anginas, 10 puntos más. Estuviste flojo de amores 2010, así que, sólo vamos a sumar 5 puntos. Benito, mil puntos, pero bueno, seamos justos y sumemos otros 10. Gente de mierda, que nunca tendría que haber aparecido, realmente mostró quién era y desapareció, 10 puntos menos. Esto da un total de 80 puntos y supongamos que el total es sobre 100. Balance positivo 2010, que poca fe que te tenía, ¡te felicito!
Más allá de la parte descontracturada, lo mejor que me dejaste 2010, es el valor humano, toda esa gente que sumé a mi galería de amigos, esa gente que te aparece porque si, cuando no lo esperás, que te hace bien sólo con una sonrisa, con un abrazo, con cualquier palabra. Gente que espero que nunca se vaya de mi lado, pero si por alguna razón llega a suceder, sé que siempre la voy a recordar con una sonrisa, más allá de cualquier cosa, siempre van a estar en mi.
¡Gracias a todos por el maravilloso año que terminó y espero que el que está empezando sea todavía mejor! Los amo.

Cumplir tus sueños es lo mejor que te puede pasar. Porque así podés tener nuevos sueños.