viernes, 30 de julio de 2010

Tintin.

Estúpido y sensual Saltamontes, acá tenés la entrada pedida. La primera vez que hablamos me trataste de loca y hasta dijiste que me tenías miedo, lo cual no me gustó ni medio, pero después, de casualidad empezamos a hablar y nos caímos claramente mejor. Descubrimos que somos muy pero muy parecidos, hasta nos asustamos un poquito por ese temita. Por ahora venimos bastante bien, ¿no Tintin? Igual espero que no nos toque discutir porque somos capaces de arrancarnos los ojos. Me agrada que te intereses por mi locura con respecto a Palestina y que me levantes el ego notablemente por mis escritos en el blog. Nota: todavía no me dijiste hasta cuál llegaste, ¡no te me hagas el vivo que yo sé que no lo leiste entero! ¿Te cuento un secreto? Aprendí a manejar mi temita con los celos gracias a tu especie de análisis que era completamente necesario así que te tengo que agradecer por eso. Freddy estaría orgulloso de nosotros, ni hablar de Across the Universe que nos ponemos como dos niños. Todavía no entramos en conflicto porque yo sé que pensamos distinto sobre un par de cosillas pero voy a seguir evitándolas. Revolucionate conmigo, el mundo me llevó y sos el primero que se da cuenta. Che, ¿viste que pasaban Glee el jueves a las 22? Te gané por nervioso. Yo soy igual de impaciente, eso es algo que deberíamos mejorar querido. Te tengo que contar una cosa, ¡espero que me tengas fe! Te quiero Pequeño Saltamontes.
Yo SÍ creo en las hadas, ¡yo creo! ¡yo creo!

lunes, 26 de julio de 2010

Cerrá los ojos.

Cerrá los ojos y escuchá. Dejame explicar lo que decís cuando no hablás, lo que podés expresar con tu mirada, con tu sonrisa, con lo que no decís pero dejás ver. Tuve que acostumbrarme a captar todas esas señales ocultas, silenciosas pero necesarias para poder entenderte completamente. Siento que te digo muchas cosas pero a su vez no logro dejar en claro lo que quiero decir, nunca sé si me entendés, si me explico, si te sirve de algo lo que te digo. No sé cómo me cambiaste y me seguis cambiando cada día. Me vas remodelando, cometiendo errores, claro, pero para mi bien. Yo era parte de esas historias que dan pena pero que a todos les gusta escuchar. Y vos dejaste ese ser gris lejos, muy lejos de la realidad actual. Me enseñas a no tirarme abajo y me retas si lo crees necesario, pero claro, ninguna tonta, no me enseñaste a usarlo con vos. Me encanta que acudas a mi con tus problemas, aunque yo vaya a morir de un paro cardíaco en algún momento por el stress que me hacés pasar el 90% de las veces. A esta altura no sé qué haría sin vos. No tengo palabras para agradecer todo lo que hiciste, haces y vas a seguir haciendo por mi. Sólo te pido que me dejes devolverte un poco del esfuerzo y creo que lo voy intentando. Muchas gracias por aparecer, por mejorar junto a mi, por pasar momentos maravillosos, por las risas, por los chistes, por los chismes. ¡Por todo! Me hiciste extrañarte como a nadie, me hacés falta, te necesito. Faltan horas y no puedo esperar, ¿alguna vez te dije que te amo?
Close your eyes and i'll kiss you, tomorrow i'll miss you, remember i'll always be true. And then while i'm away i'll write home everyday and i'll send all my loving to you.

martes, 6 de julio de 2010

¿Es en serio?

Nada. Ya no entiendo nada. Estoy sentada en un aula llena pero aparenta estar vacía. Todos en silencio, preocupados por una prueba tonta, que más los asusta la profesora que la prueba en si. Las respiraciones agitadas, sus vanos intentos por copiar un "modal", la transpiración que baja por sus cuellos y la mirada penetrante de una profesora más fría que el hielo a la que todos odian. Pero a mi no me preocupa, estoy más allá y mi cabeza no tiene espacio para preocupaciones como esa. Ojalá pudiera interesarme por cosas tan básicas como una prueba de inglés, pero no, mi cerebro no se presta, mi cabeza me llevó a un lugar del que no me deja volver. ¿Estoy condenada a sentirme de otro planeta para toda la vida o en algún momento voy a volver a la tierra? Es una pregunta que da vueltas en mi cabeza desde hace bastante tiempo, pero sigo sin encontrar la respuesta. Cada vez que veo la salida, que pienso que todos los problemas que me aquejan van a ser solucionados, vuelve mi karma, esa piedra en el camino que aunque lo niegue, de alguna forma logra romper esa carcaza que tanto me cuesta volver a armar. Con una sonrisa, con un "¿Cómo estás?" puede tirar el trabajo de meses al carajo. Es mi oportunidad para cambiar las cosas, para no dejarme vencer de nuevo por esa sonrisa atrapante. Pero.. ¿Voy a poder vivir pensando en lo que pude haber hecho y no hice? ¿Voy a dejar que el arrepentimiento arremeta por el miedo y no por haber sido valiente? ¿Es en serio?