miércoles, 19 de agosto de 2009

Me quema (Segunda Parte).

Abro los ojos, todavía estoy en el piso. Pero ya no hay fuego aunque no puedo ver nada por el humo negro que cubre toda la habitación. Te busco, pero no estás, estoy un poco desorientada pero me acuerdo, tengo un vago recuerdo de lo que pasó antes de que me desmayara. La desesperación se apodera de mi cuerpo, ¿No te voy a volver a ver? ¿No vamos a volver a hablar? ¿Voy a poder vivir con eso? Sos una parte de mi, aunque no quiero aceptar que soy un tanto dependiente. No sé cómo seguir. ¡TENGO QUE SALIR! Perdí la noción del tiempo y no tengo reloj, no sé hace cuánto que estoy acá adentro. Si me quedo acá mucho tiempo más, dudo poder salir. Intento pararme pero me duele todo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza, tengo quemaduras, pero no parecen tan recientes. Empiezo a toser, ¡TENGO QUE SALIR! me repito, intento moverme pero el dolor es terrible, me queman los pies. Un esfuerzo, tengo que hacer un esfuerzo. Pienso en la gente que me quiere, tiene que haber alguien que esté preocupado, que me esté esperando y que quiere que salga de ahí. Eso me da fuerzas y puedo pararme aunque me tambaleo, doy un paso, después otro y trato de econtrar la salida. Escucho que me gritan, "¡GUILLE, DALE, GUILLE!". No reconozco la voz que me habla, otra vez: "¡GUILLE, DALE, GUILLE QUE NO LLEGAMOS!" ¿Cómo que no llegamos? ¿Quién es? No entiendo nada, si estoy sola. Intento correr para alcanzar esa voz que todavía no puedo descifrar pero me tropiezo y caigo al piso. De repente todo se cubre de fuego nuevamente. Ahora se me están quemando las manos.

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