miércoles, 10 de marzo de 2010

Siete años.

Desde que te fuiste mi vida es totalmente diferente. Ya pasó mucho tiempo, todavía no puedo creer que ya sean siete años. Era una nenita y ahora ya no lo soy. Una nenita que no disfrutaba de nada más en el mundo que el estar con vos. Hablar de cualquier cosa, reír, mirar la tele, dormir la siesta, hablar por teléfono. Había una conexión que era totalmente fuera de este mundo. Como cuando uno dice "no necesitábamos decir nada, con tan sólo mirarnos nos entendíamos", nada podría ser más acertado que esa expresión, nada. Me enseñaste a no dejarme vencer, a pensar como una persona inteligente, centrada, atenta, aunque yo sólo tuviera ocho años. Aprendí las cosas más importantes en mi vida con vos y ahora todo es muy distinto. Eras quien verdaderamente me entendía, quien me hacía sentir mejor, por más que me cargaras y me hicieras poner molesta por unos momentos. Me gustaría que vieras en lo que me convertí, todo gracias a vos, que me hiciste darme cuenta que nada puede derribarme, que yo importo más que cualquiera y que la única opinión que me tiene que importar es la de las personas que en verdad me quieren, como vos. No quería que te fueras, quisiera que estuvieras acá conmigo, agarrando mi mano y diciéndome que no preste atención a quienes me hacen mal. De alguna forma seguís acá, con tu taza de café, con el control remoto, las chinelas y la boina, sonriendo y puteando en ese castellano que había dejado un poco borrado el acento gallego. Me hace muy feliz poder recordarte con una sonrisa entre las lágrimas, quedarme con todas esas cosas buenas, con todos esos chistes, los juegos, el haberme quedado con los momentos buenos es lo único que me hace poder sobrellevar esto. Me apena mucho no haberte podido tener más tiempo, disfrutarte como te lo merecías, no tenerte hoy para discutir temas interesantes, para aunque sea estar juntos en silencio. Eras muy fuerte y me trasmitiste esa fortaleza, y eso hace que hoy no me deje caer. Como ya dije antes, te extraño, extraño tu sonrisa. Desearía que nunca te hubieras ido. Te amo desde siempre y para siempre. Abuelo querido, mi corazón nunca va a dejarte ir, porque para mí, vas a estar conmigo para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario