domingo, 6 de enero de 2013

Sos mi Dios.

"Tengo una canción para mostrarte tal vez cuando vayas. Tengo tu sonrisa en un rincón de mi salvapantallas." Eso dice la canción que suena mientras te pienso, mientras no paras de estar en mi mente.
Es raro, esto que me pasa es sumamente difícil de escribir, es algo que no se explica. No tiene ni nombre ni apellido, solo es. Es flexible, existe, nos define pero es lo que es, y no tiene manera de ser explicado.
Me duele el pecho, grita, suena, hasta cree hablar con estrellas cuando puede, simplemente porque no hay manera de explicar lo que hay adentro. Te extraño como si fuera el primer día y pasaron más de tres meses. Te necesito. Sos único y no estás, ¿cómo se sigue? Vení, volvé.
Me siento novata en esto, pero en realidad es todo lo contrario. Tengo kilómetros recorridos, todos ellos mirando atrás, aunque parezca mentira. Sos mi inspiración, sos mío y te veo en todos lados. ¿Cuán perjudicial puede ser esto? Digo, la situación de amarte y que no estés, que las lágrimas sigan cayendo como el primer día.
El otro día le tuve que preguntar a mi vieja, lo necesité, quise saber si estás bien, qué futuro es el que te depara. Y en las cartas salió tan claro, tan transparente como tu persona misma. Estuviste acá de paso nada más. Te fuiste cuando lo necesitaste, cuando creíste que los que quedábamos íbamos a poder soportarlo. Y es así, acá estamos. Esperando señales pero nada más que eso.
Te amo para siempre.
Sos mi dios.

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