sábado, 21 de agosto de 2010

Vivir.

"Hace cuatro días que no me aguanto, hace cuatro días que quiero salir de mi cuerpo, hace cuatro días que me siento perdida, hace cuatro días que sólo pienso que la vida se me va y yo no la disfruto, hace cuatro días que me di cuenta que me olvidé de vivir, hace cuatro días que sé que no me río tanto como debería, hace cuatro días que no sé para qué estoy acá, hace cuatro días que no dejo de pensar en los últimos dos años y en lo que me hicieron cambiar (para bien y para mal), hace cuatro días que no sé para dónde mierda arrancar, hace cuatro días que me perdí."
Parece un pensamiento tan lejano, una confesión de hace mucho tiempo atrás, de cuando los peores días de mi vida habían empezado, pero no, de eso no pasó ni una semana. Todo estaba bien, hasta que lentamente las cosas se fueron poniendo raras, pasé de un estado de éxtasis total al vacío ardiente. Era pensar que no terminaba de respirar y ya era parte del pasado, que no estaba haciendo nada para sentirme con los pies en la tierra, no estaba disfrutando la vida. Caminaba porque estaba parada, respiraba para no sentir el dolor, hablaba porque tenía que contestar a quienes me dirigían la palabra, no podía dormir, no podía comer, vivía porque me latía el corazón. Me empecé a desesperar, no entendía ni por qué me sentía así ni sabía cómo solucionarlo. Junté, junté, junté hasta que tuve que explotar. Podemos llamarlo una crisis personal, un intento de encontrarme, y de disfrutar de las cosas que me hacen feliz. Y así, en el medio de una revolución de pensamientos en la que volaban recuerdos, palabras, deseos, escupí una lista. Una lista de cosas que quiero hacer, que necesito hacer para no sentir que el tiempo se me pasa, que la vida se me va y yo sigo en el mismo lugar. Parecen cosas comunes, que nadie tomaría por especiales, cosas cotidianas pero importantes. La felicidad está compuesta de momentos, como diría Freud, la felicidad SON momentos. Y para mi, la felicidad es pasar el tiempo disfrutando de las cosas más simples, como sentir el viento en la cara a la mañana, correr, saltar, gritar, cantar, pintar, tirarse al piso, nadar, pintarse la cara, bailar, reír y seguir riendo hasta que la panza te duela, caminar bajo la lluvia, comer helado, escribir, meterse al mar, caminar por la playa de noche, hacerse milanesa en la arena, hacer castillos de arena que de tanto que los planeás nunca se terminan porque uno se aburre antes, andar descalzo, teñirse el pelo, salir, pasear, confiar secretos, hacer bromas y ser bromeado, sacarse fotos con caras raras, cocinar, mancharse de pintura, rodar por el pasto, manchar la cara de otro con un poco de harina, gritar un gol a último momento, pelear con almohadas, hacer cosquillas y que te las hagan hasta que grites por favor que paren porque ya empieza a doler, mirar las estrellas, viajar, acostarse en el piso a mirar el cielo y pensar, tirarse a la pileta con ropa y después salpicar a los otros, moverse, ir al cine, leer, saltar sobre alguien, abrazar, querer, sentirse querido, sonreír, DESPEINARSE, porque si nos pasamos la vida peinados y no nos soltamos un poco, nos morimos, estamos dentro de una lata y no nos entregamos a disfrutar todas las cosas que nos ofrece la vida. Vivir es disfrutar, es despreocuparse y aprovechar cada instante con la gente que más nos importa, vivir es para cada uno una cosa distinta, vivir para mi es entregarme a la vida, a la revolución de ideas, a despeinarme, a vivir así, como me gusta a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario