miércoles, 5 de enero de 2011

Balance.

Terminó el año, el 2010 voló, como si nunca hubiera estado, como si hubiese empezado ayer. Época de nuevos comienzos dicen algunos, pero en realidad, esta es la época en la que toda la gente, cada persona en su casa, en su cabeza, hace el balance de su año. Qué tan productivo fue y cuánto puede mejorar para el año que le espera. Y es así como salen a la luz aquellos deseos y/o sueños que no pudieron cumplirse en el pasado año y que por supuesto pasan a la lista de prioridades para el año entrante. Normalmente no me gustan los balances, no me gusta plantearme cosas, ni siquiera me gusta comparar. Si nada salió como esperaba, ¿por qué habría de cambiar? Pero esta vez decidí sumarme a la manada y hacer un balance de lo que fue mi 2010.
Es difícil pensar en el resultado de mi año, considerando que es casi imposible puntear las cosas buenas y las malas, hacer una suma, una resta, o hasta una multiplicación o división. El año empezó a los tropiezos, pero mejoró rápidamente con uno de los mejores veranos de mi vida. Digamos que eso le da los primeros 20 puntos al 2010. Conforme pasó el año, conocí a mucha gente que después comprobé vale MUCHÍSIMO la pena, que se convirtieron en amigos, en mejores amigos, en hermanos, en gente que no quiero perder nunca en la vida. Supongo que eso le suma otros 50 puntos, ¿no? Peleas, disgustos, discusiones, distanciamientos, 15 puntos menos 2010. Un año escolar bueno, complicado por momentos, pero con muy buenos resultados, 10 puntos más. Buena salud, más allá de las anginas, 10 puntos más. Estuviste flojo de amores 2010, así que, sólo vamos a sumar 5 puntos. Benito, mil puntos, pero bueno, seamos justos y sumemos otros 10. Gente de mierda, que nunca tendría que haber aparecido, realmente mostró quién era y desapareció, 10 puntos menos. Esto da un total de 80 puntos y supongamos que el total es sobre 100. Balance positivo 2010, que poca fe que te tenía, ¡te felicito!
Más allá de la parte descontracturada, lo mejor que me dejaste 2010, es el valor humano, toda esa gente que sumé a mi galería de amigos, esa gente que te aparece porque si, cuando no lo esperás, que te hace bien sólo con una sonrisa, con un abrazo, con cualquier palabra. Gente que espero que nunca se vaya de mi lado, pero si por alguna razón llega a suceder, sé que siempre la voy a recordar con una sonrisa, más allá de cualquier cosa, siempre van a estar en mi.
¡Gracias a todos por el maravilloso año que terminó y espero que el que está empezando sea todavía mejor! Los amo.

Cumplir tus sueños es lo mejor que te puede pasar. Porque así podés tener nuevos sueños.

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