martes, 29 de septiembre de 2009

Zombie.

Los zombies existen realmente. Van más allá de las historias sin sentido que reflejan las novelas y/o películas de terror en las que los muertos se levantan a vagar por las calles buscando cerebros para comer. Un zombie es una carcaza que no contiene nada, que no siente ni piensa. Los zombies reales no son tan explícitos, es mucho más abstracto de lo que parece. Ni están muertos ni comen cerebros, no literalmente por lo menos. Es la necesidad de no sentir dolor, de bloquear lo que nos hace mal. Este tipo de reacción es producida por la pérdida traumática de algún ser querido. Sobre todo si uno es el culpable de ello, o por lo menos se cree así. Una vez que te convertís en un cuerpo vacío, es muy complicado retornar a la normalidad.
Siento que me estoy convirtiendo en eso y me asusta. No quiero que me pase pero tampoco quiero sentir dolor. Debe ser la mejor salida. Hoy es lo único que me queda. Comienza una etapa distinta, fea, pero distinta.

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